Consejos para comprar una segunda residencia
Ya estamos en verano, un buen momento para comprar una segunda residencia, ya sea en la playa o en la montaña. Tenemos más tiempo para analizar la zona que nos gusta y ver pros y contras. En este post te damos algunos consejos.
Pero antes de tomar una decisión, hay que analizar las necesidades, los gustos, las preferencias y los objetivos. Cuáles son los puntos que no debemos olvidar:
- ¿Qué buscas?
Realiza una investigación exhaustiva de las diferentes ubicaciones. Qué es lo que quieres (sol, gastronomía, tranquilidad...) y una vez tengas claras tus necesidades, investiga y busca. Compara precios en webs o en portales inmobiliarios. Estudia bien las perspectivas, la actividad turística y huye del producto con escaso atractivo.
- Ubicación
Ya sabes lo que quieres. La ubicación es fundamental para que sea una buena inversión personal y financiera. Como destacan en Bankinter una buena ubicación siempre será un activo de valor. Y en tiempos de crisis no resisten igual de bien las casas bien ubicadas que aquellas que no gozan de esta característica. Si hablamos de vivienda en la playa, la primera línea tiene más valor, más posibilidad de revalorización y más fácil destinarla al alquiler.
- Comunicaciones y servicios locales
Son vitales y de ello dependerá un mayor o menor uso ¿Está bien comunicada? ¿tiene buenas infraestructuras? ¿Servicios?¿Qué ofrece el entorno? No es lo mismo que sea una segunda residencia para fines de semana que para las vacaciones de verano o Semana Santa.
- Precio de la vivienda y esfuerzo para pagarla
Una vez pasados los primeros filtros. El siguiente hito es el precio. Lo podemos pagar, nos supone un sobresfuerzo. Si se pide hipoteca, las entidades financieras suelen financiar el 60% del valor de tasación. De ahí que sea recomendable tenerlo en cuenta. Analiza la vivienda y su potencial.
- Para uso propio o alquiler
¿Cuál es el objetivo? ¿Utilizarla para uso propio o que esté alquilada por temporadas? ¿Se puede alquilar fácilmente? ¿Será rentable? Y en caso de querer alquilarla, siempre es bueno analizar con anterioridad si la vivienda tiene posibilidades. Este factor es un plus, incluso a la hora de una posible venta. Según datos de Bankinter, la rentabilidad de una buena casa de playa puede rondar el 8-12% por alquiler vacacional. Pero, no es oro todo lo que reluce y es importante hacer bien los cálculos. Hay viviendas que no dan ni un 3%.
- Gastos del inmueble
No olvidemos que una segunda residencia tiene unos gastos fijos, la utilices o no: comunidad (si está dentro de una urbanización), fijos de luz, agua, IBI, seguro, derramas.... Y a estos se puede sumar, el importe de la hipoteca si la tuviera. Y los impuestos derivados de la compra: IVA, ITP, notaria, registro, etc. El alquiler puede ayudar a sufragar parte de los gastos.
- ¿Cómo tributa ante Hacienda?
La segunda residencia tributa en la declaración de la renta en el apartado de imputación de renta inmobiliaria el tiempo que se utilice para uso propio. Si se alquila también deben declararse los ingresos obtenidos en el IRPF.
- Y como en todo, la segunda residencia tiene sus pros y contras
Imagen: Levante Dreams en San Juan (Alicante)
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