Teletrabajo, cambio climático y segunda residencia
Comienza el mes de junio y casi todo el mundo está pensando en vacaciones. Y el verano puede ser un buen momento para buscar una segunda residencia, ya sea en la playa o en la montaña. Hay más tiempo para analizar la zona que nos gusta.
Pero antes de tomar una decisión, hay que ver las necesidades, los gustos, las preferencias y los objetivos. En este post, te damos algunas pautas. Lo primero es elegir zona y comparar precios en webs o en portales inmobiliarios y huir del producto con escaso atractivo.
Ubicación y preferencias
El teletrabajo y el cambio climático están cambiando las preferencias de segunda residencia: ubicación menos calurosa y más espacio en la vivienda. Las segundas residencias en el norte tienen mayor interés, ante el aumento de las temperaturas en otras zonas costeras. La masificación es otro de los problemas, de ahí la necesidad de elegir zonas atractivas, pero no excesivamente concurridas.
Una buena zona siempre es un activo de valor. Si hablamos de vivienda en la playa, la primera línea tiene más valor, más posibilidad de revalorización y más fácil destinarla al alquiler. Pero la montaña o zonas más alejadas de primera línea pueden ser una buena opción para el teletrabajo.
Esfuerzo financiero
Lo ideal es que la compra no suponga un sobreesfuerzo. Es necesario evaluar los recursos y hacer una buena planificación financiera. Si se pide hipoteca, las entidades financieras suelen financiar alrededor del 60% del valor de tasación. Con las ideas claras, es recomendable hacerse una serie de preguntas: ¿cuál es el objetivo? ¿utilizarla para uso propio o que esté alquilada por temporadas? ¿se puede alquilar fácilmente? ¿será rentable? De ahí la necesidad de analizar las posibilidades no solo en alquiler, también para una futura venta.
Más espacio
Durante mucho tiempo era normal comprar pequeños apartamentos donde la familia "disfrutaba" el verano, pero todo está cambiando. El teletrabajo ha sido un revulsivo y lo ideal es buscar una vivienda más amplia que reúna condiciones para poder pasar más tiempo.
Infraestructuras
Son vitales y de ello dependerá un mayor o menor uso ¿Está bien comunicada? ¿tiene buenas infraestructuras? ¿servicios? ¿qué ofrece el entorno? No es lo mismo que sea una segunda residencia para fines de semana, para las vacaciones de verano o Semana Santa o para teletrabajar.
Ventajas y desventajas
- Tener casa evita buscar un alojamiento y permite más escapadas.
- Ahorro en el alojamiento y la vivienda se ajusta a las necesidades familiares.
- El alquiler permite obtener ingresos adicionales. Es una inversión a largo plazo que puede generar beneficios financieros.
- Incremento del patrimonio: Adquirir una segunda propiedad diversifica activos y aumenta el patrimonio.
- Pero también tiene contras. No olvidemos que una segunda residencia tiene unos gastos fijos, la utilices o no: comunidad (si está dentro de una urbanización), fijos de luz, agua, IBI, seguro, derramas.... Y a estos se puede sumar, el importe de la hipoteca si la tuviera. Y los impuestos derivados de la compra: IVA, ITP, notaria, registro, etc. Obviamente, el alquiler puede ayudar a sufragar parte de los gastos.
- Hacienda. La segunda residencia tributa en la declaración de la renta en el apartado de imputación de renta inmobiliaria el tiempo que se utilice para uso propio. Si se alquila también deben declararse los ingresos obtenidos en el IRPF.
Imagen: Aquarelle
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