Cambio de hipoteca: de variable a tipo fijo, ¿cómo hacerlo?
El euríbor no da tregua y el BCE sube los tipos de interés. Mucha gente que tiene hipoteca a tipo variable se está planteando el cambio a tipo fijo. Aunque el tipo de interés fijo es superior al variable, a cambio ofrece la posibilidad de pagar siempre la misma cuota. Algo importante en estos momentos convulsos, aunque parece que hay noticias positivas. Algunos expertos consideran que, aunque seguirá subiendo en próximos meses, a final de 2023 se irá moderando este índice, un bálsamo para los hipotecados.
El Banco de España, por su parte, recomienda informarse adecuadamente y valorar todas las opciones, tanto las que ofrezca la entidad con la que ya se tenga contratada la hipoteca, como las que promocionen otros bancos. Pero, ¿cómo hacerlo? Existen dos formas de pasar de una hipoteca con interés variable a una de tipo fijo: novación o subrogación
Novación
Comenzamos por la novación. Consiste en acudir a la entidad con la que se tiene el préstamo hipotecario y negociar nuevas condiciones, que en este caso es el cambio de tipo de interés. Para ello, y como primer paso, hemos de solicitar una novación de dicho préstamo hipotecario.
¿Qué gastos tiene la novación? Todo cambio conlleva algunos gastos que hay que saber:
- La comisión de novación del préstamo hipotecario.
- Los gastos de notaría que conlleva la novación de la hipoteca.
- Los gastos de gestoría.
- El AJD o los que pueda conllevar cualquier modificación en el Registro de la Propiedad
Los tres últimos los abona el banco, mientras que el primero lo paga el cliente.
- También pueden pedir una nueva tasación que corre a cargo de cliente.
Subrogación
Pero si nuestro banco no quiere hacerlo o no nos interesa su propuesta, siempre está el cambio por subrogación. Es decir, buscar otra entidad financiera que nos ofrezca mejores condiciones.
La subrogación consiste en cambiar la hipoteca de un banco a otro. El cambio suele otorgar al cliente una mejora en las condiciones de su préstamo, sin necesidad de tener que cancelarlo y formalizar uno nuevo. De esta forma, se puede beneficiar de una modificación en las condiciones de la operación y en el plazo de amortización sin incurrir en pago de impuestos, aunque sí que tendrá que abonar los gastos que la subrogación de la hipoteca lleva implícitos, como es el caso de la comisión de subrogación.
Y, ¿cómo hago este proceso?
- Primero analizar la oferta del mercado y elegir la nueva hipoteca a tipo fijo.
- Acudir al banco al que se quiere cambiar y solicitar formalmente la subrogación de hipoteca. Y pedir que la entidad dé una oferta y las condiciones de la misma.
- A continuación, y una vez se haya aceptado la subrogación de la hipoteca, el nuevo banco se pondrá en contacto con el actual para comunicársela. Este último dispone de 7 días para facilitar un certificado con la deuda pendiente. También cuenta con 15 días para hacer una contraoferta que el cliente puede aceptar y entonces firmar una novación
- El último paso para subrogar la hipoteca es la firma de la escritura ante notario.
Con todos estos datos, la clave es analizar lo que más nos interesa antes de tomar cualquier decisión.
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