Alquilar una vivienda: algunos consejos para no perder el tiempo

retos del mercado inmobiliario

Alquilar una vivienda no es una tarea fácil para el casero. Pero tampoco lo es para el inquilino que busca el piso perfecto. Por eso, tanto casero como inquilino deben conocer el mercado. Nadie quiere perder el tiempo. Vamos a partir de que el mercado marca el precio y esa es una referencia implacable. Y éste depende de muchos factores. El barrio, las características del piso, su estado, la superficie, el número de habitaciones o la disponibilidad de garaje.

Partiendo de esas premisas, resumimos algunos aspectos que ayudan.

Estabilidad y solvencia del inquilino

Conviene comprobar que el inquilino puede justificar unos ingresos que permitan pagar la renta mensual. Y que ésta no sobrepase en torno al 40% de los ingresos.

Flexibilidad del casero

Pero el casero también tiene que poner de su parte. El objetivo es que nadie pierda el tiempo y no perder una oportunidad. Ser inflexible o prepotente no ayuda. Esta actitud o pedir requisitos especialmente rígidos puede ahuyentar a buenos inquilinos que prefieran tener a un casero con el que se lleven bien y se sientan cómodos.

Confianza mutua

En definitiva, flexibilidad, responsabilidad y la mayor garantía posible de que cada una de las partes va a cumplir sus compromisos, es la mejor fórmula para llegar a acuerdos entre un casero y un inquilino. Ponerse en lugar del otro ayuda a crear confianza, que es un factor fundamental en una relación inquilino casero.

Una valoración positiva de una parte hacia la otra puede hacer que un casero rebaje algo el precio del alquiler. O que un inquilino esté dispuesto a pagar algo más. Pero no perdamos el norte. El mercado manda.

Este es sólo un pequeño resumen en nuestra Sala de Prensa.